lunes, 1 de septiembre de 2008

EPIGRAMAS ELEGIDOS, DE MARCIAL

¿Por qué no te mando, Pontiliano, mis versos? Para que tú, Pontiliano, no me mandes los tuyos.

Cuando a tu esclavo le duele la verga, Névolo, a ti te duele el culo. No soy adivino, pero sé lo que haces.

Te quejas. Veloz, de que escribo epigramas largos. Tú no escribes ninguno. Los haces más cortos.

Todo lo prometes cuando toda la noche has estado bebiendo: por la mañana no cumples nada. ¡Polión, bebe por la mañana!

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