sábado, 16 de enero de 2010

SICKO

Pocas veces recomiendo una película. Con lo cuál, poquísimas veces recomiendo un documental. Pero vean Sicko, de Michael Moore. Este tipo nos tiene acostumbrados a mostrarnos la peor cara del mal estadounidense, pero nos mantiene (por ser él) en conciliación con el pueblo que engendró a Elvis, Hooper y La Guerra de las Galaxias. Ya le metió mano y pegó duro al uso de armas, a la manera natural que se da en USA en Bowling for Columbine y al 11-S (Fahrenheit 9/11 ) y promete Capitalismo una historia de amor. El chico gordo mete mano en Sicko a eso que Mr. Obama intenta corregir: el país más rico (un suponiendo) del Mundo Mundial sigue con un sistema sanitario que los países segundomundistas empiezan a abandonar. Ahí les duele. Hasta Cuba (la tristísima y dolorida Cuba) moja la oreja al Dr. House y todo su equipo de Plainsboro y muchos miles de kilómetros alrededor (excepto Canadá, que para eso son de la Commonwealth of Nations).
He pasado por las urgencias españolas (sean de la Comunidad y Consellejería que toque) y como me pusiesen en la "tesitura" (qué ganas de poner esta palabra, perdón) de ser de Michigan o de Alcorcón, apuesto por la última. Gracias, gracias artículo indeterminado de la Constitución o artículo del Estatuto correspondiente, gracias.

PD.- Otra recomendación, ya que estoy cinéfilo: Trumbo, de Peter Askin, con Joan Allen, Paul Giamatti, David Strathairn, Donald Sutherland, Josh Lucas, Liam Neeson y Michael Douglas. Para no perdérselo y no perder la memoria (ni la de Hollywood)

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