sábado, 31 de diciembre de 2011

NOCHECITA TOLEDANA




Cuatro pájaros azules
sobrevuelan mi cabeza,
tres brillantes delfines
se empeñan en acompañarme.

Una corbata prudente
me avisa de qué depende
entretanto los delfines
se montan un tête a tête.

Viene la reina de las vitaminas
montada en una B12,
la recibo con serpentinas
y una ola del ochentaiséis.

La lengua es una suela
que se la lleva un gato:
cuando las botas eran
cosas más importantes.

Dicen que arregla el sueño
las nochecitas toledanas
y no hay sueño tan largo
para tantas vidas tantas.

viernes, 23 de diciembre de 2011

EN GERUNDIO



Siendo, estando, meriendo,
como, duermo, pretendo,
miro, muero, pariendo,
amo, estanco, me siento.

Calzo, fumando, espero,
beso, me duele, extiendo,
tentando, bebo, niego,
curando, canto, riego.

Midiendo, republico,
atajo, me entretengo,
andando, reivindico.

Amanezco, blasfemo,
vuelo y volando vengo,
anochezco y me encuentro.

domingo, 18 de diciembre de 2011

viernes, 16 de diciembre de 2011

INJUSTOS VIERNES


Por la puerta del supermercado
pasó una mujer llorando
yo no sé qué despilfarro de emociones,
tan poco aire un viernes por la tarde.

Prohibiría viernes por la tarde infelices
que traen sábados llorosos,
domingos de resaca y confesión
y llevan a recuperar cierta alegría
en lunes injustos.

Por la puerta de la cafetería
pasa una mujer feliz ,así
resuelta, completa, risueña
con viernes por delante
y no grita de alegría por vergüenza.

Prohibiría viernes vergonzosos y recatados
que traen sábados de alegría contenida,
domingos de un grito encallado en la garganta.

Prohibiría los viernes: sin duda.
Hacen peores a los jueves brillantes,
a los miércoles sensatos,
a los martes apasionados,
a los lunes redimidos,
los domingos memorables,
los sábados cautelosos.

Injustos viernes que hacen reír y llorar.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

ANÁLISIS

203 de colesterol
es un buen número cumpliendo 43.
12 A es una buena talla de vaqueros
cuando tienes 10 años
y gafas de 1,5 dioptrías.

15 grados es la temperatura
precisa para escribir un poema,
o maltratar un poema.
2 por 2 son 4 y no te acuerdas.
98,2 marca la hemoglobina.

45 minutos bastan para 3 goles.
Medio tiempo me cansa.
45 minutos bastan para dormir
en una aburrida clase
de Conocimiento del Medio.

6 minutos de anuncios,
3 kilómetros de fibra óptica.
20 minutos, sin embargo, esperándote.
52 cartas en la baraja –francesa-,
28 la española en manos de un mago.

10 kilómetros hasta donde duermes,
21 de alanina transaminasa.
4 notificaciones, 3 eventos.
30 megabytes, 250 miligramos de ron:
80 gramos de alcohol en la sangre.

7 veces al día en que no estoy.
1,37 centímetros, buena talla
cuando tienes 10 años
y gafas de 1,5 dioptrías.
Estoy repitiendo números.

sábado, 10 de diciembre de 2011

CUCARACHAS EN EL BAR

Para Juan Pérez

En mi familia nacimos cucarachas, fue así.


En otras familias nacen gacelas,

consiguen másters de marketing
al primer salto
con rubia melena.
En otras, son como topos,
no ven la salida, pero viven caliente
y consultan la Bolsa en el desayuno.

A todas las conozco: formamos la Fauna.

Aunque prefiera, no le engaño,
ciertos insectos pendencieros:
escarabajos, mariposas de noche,
polillas, mariquitas, avispones.

Yo sé de ardillas voladoras que se estrellaron,

sé de familias de murciélagos sordos,
primos hermanos de gorilas ciegos.
Familias de animales, se lo juro,
que en un desplante desaparecieron
como dinosaurios.

Conozco familias de koalas

que siguen en la misma posición,
desde hace años.
Pero nosotros, somos cucarachas,
nada ni nadie nos vencieron,
todo y nada nos mudaron.

Otras familias rugen día y noche,

sienten el dominio de la sabana y los bancos
y se vuelven en dos sablazos
familias de loros o blancos tucanes.

Mire: hay familias pingüino,

familias dromedario, familias ornitorrinco,
familias caracol, familias sin casa.
Vaya a saber, usted, a qué familia pertenece:
porque nosotros somos cucarachas.

Cucarachas de toda la vida,

de esas que ni una bomba nuclear
aniquilarán. Cucarachas de carne y hueso.

Me dirá usted entonces, dónde pongo

el número de cucaracha de la Seguridad Social.

Porque tenga usted por seguro

que nadie nos echa de este bar.

jueves, 8 de diciembre de 2011

REFLEXIONANDO LA VEJEZ

Reproduzco en este post el que corresponde a Tradux, de Antonio Carrillo Tundidor, donde reflexiona sobre "El refugio donde los ancianos se vuelven niños", con estas palabras:


Todos seremos huérfanos. Y todos morimos solos; nadie muere por nosotros. La consciencia es inmisericorde en esto. La vida tiene mal pronóstico: es un estado siempre transitorio. Y, con los años, el cuerpo acusa el desgaste de la lucha. Vivir no es fácil, y lo normal es llegar a la meta muy cansados. Pero, entonces, el alma encuentra refugio en el recuerdo de unas manos grandes que cortaban el pan. Nos recordamos de niños, volvemos a una calle que ya no existe como quien regresa al nido. Y nos llega como un arrullo el recuerdo de unos olores y sonidos reconfortantes, casi olvidados. (leer más)