sábado, 10 de diciembre de 2011

CUCARACHAS EN EL BAR

Para Juan Pérez

En mi familia nacimos cucarachas, fue así.


En otras familias nacen gacelas,

consiguen másters de marketing
al primer salto
con rubia melena.
En otras, son como topos,
no ven la salida, pero viven caliente
y consultan la Bolsa en el desayuno.

A todas las conozco: formamos la Fauna.

Aunque prefiera, no le engaño,
ciertos insectos pendencieros:
escarabajos, mariposas de noche,
polillas, mariquitas, avispones.

Yo sé de ardillas voladoras que se estrellaron,

sé de familias de murciélagos sordos,
primos hermanos de gorilas ciegos.
Familias de animales, se lo juro,
que en un desplante desaparecieron
como dinosaurios.

Conozco familias de koalas

que siguen en la misma posición,
desde hace años.
Pero nosotros, somos cucarachas,
nada ni nadie nos vencieron,
todo y nada nos mudaron.

Otras familias rugen día y noche,

sienten el dominio de la sabana y los bancos
y se vuelven en dos sablazos
familias de loros o blancos tucanes.

Mire: hay familias pingüino,

familias dromedario, familias ornitorrinco,
familias caracol, familias sin casa.
Vaya a saber, usted, a qué familia pertenece:
porque nosotros somos cucarachas.

Cucarachas de toda la vida,

de esas que ni una bomba nuclear
aniquilarán. Cucarachas de carne y hueso.

Me dirá usted entonces, dónde pongo

el número de cucaracha de la Seguridad Social.

Porque tenga usted por seguro

que nadie nos echa de este bar.

2 comentarios:

  1. Pues parece que lo de ser cucaracha no está tan mal, a lo que parece. Tú, dede luego siendo de Cái, eres raza de supervivientes. Un saludo.

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  2. Me has emocionao, guapetón. Muchos besos para Juan y para ti, y "tengan ustedes por seguro
    que nadie nos echa de este bar".
    Susana

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