Cuatro pájaros azules
sobrevuelan mi cabeza,
tres brillantes delfines
se empeñan en acompañarme.
Una corbata prudente
me avisa de qué depende
entretanto los delfines
se montan un tête a tête.
Viene la reina de las vitaminas
montada en una B12,
la recibo con serpentinas
y una ola del ochentaiséis.
La lengua es una suela
que se la lleva un gato:
cuando las botas eran
cosas más importantes.
Dicen que arregla el sueño
las nochecitas toledanas
y no hay sueño tan largo
para tantas vidas tantas.