Para Jesús y Ernesto
Ginebra de la pena y la alegría,
Calles mojadas, cajones vacíos.
Desde hace muchos días
No veo la luz de la noche.
Vivo en el oeste de su nombre.
Donde far, far, far.
Al menos nos une esa amistad
Con hielo y en vaso largo
Que siempre será hermosa.
Cada cual en su casa.
Sin la que nos volveríamos locos.
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