domingo, 18 de mayo de 2014

Algunas greguerías, de Ramón Gómez de la Serna

Los globos de los niños van por la calle muertos de miedo.

El bebé se saluda a sí mismo dando la mano a su pie.

El sueño es un depósito de objetos extraviados.

Los recuerdos encogen como las camisetas.

La prisa es lo que nos lleva a la muerte.

En cada día amanece todo el tiempo.

El más sorprendido por la herencia es el que tiene que dejarla.

Es sorprendente cómo se mete la fiebre en el tiralíneas del termómetro.

La medicina ofrece curar dentro de cien años a los que se están muriendo ahora mismo.

En lo que más avanza la civilización es en la perfección de los envases.

El ventilador debía dar aire caliente en invierno.

Un país donde los que juegan al toro siempre encuentran quien haga de toro es un país paradójico progresivo.

La historia es un pretexto para seguir equivocando a la humanidad.

En las grandes solemnidades llenas de personajes uniformados parece que hay algunos repetidos.

No importa que nuestro vaso sea pequeño, pues lo importante es que la botella esté llena.

La gasolina es el incienso de la civilización.

Durante la noche, el gobierno está en crisis total.

Donde el tiempo está más unido al polvo es en las bibliotecas.


No se deben dejar las tijeras abiertas porque así podrán cortar el hilo del destino.

1 comentario:

  1. Hola. Yo también cultivo las greguerías. Si te apetece echar un vistazo: http://www.pinterest.com/diazciber/gregue-d%C3%ADaz/

    Un saludo.

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