Muy pocos meses antes de que Jesús Palomo nos dejase, trabajamos una letra sobre uno de mis poemas, como habíamos hecho, tantas veces, desde hace más de veinte años. Este fue el resultado. Ahora me atrevo a leerlo. Gracias por tanto buenos ratos, amigo.
Me he perdido en un manojo de rosas, ojos
menudos miran desde el cristal.
Tiempos felices y amores no tantos, voy
por el aire entre acordes de mar.
Caricias creciendo, fallo bajo canasta y
siempre esta deuda cuelga de la pared.
En una esquina de los días que he
olvidado se cuela el agua y no puede volver.
Debo
y me deben más, buena gente al final.
Gracias,
no hay de qué, agradezco y agradecen también.
Juego finito y salud en precario, sabor a
gloria balance general.
Sigo perdido en las gracias del tiempo,
buenaventura y sin dejar de fumar.
Qué más da si no salen las cuentas
los malos ratos se van a acabar.
Salud contable hasta el nuevo
balance,
No se exige más de lo que te dan.
Me he perdido en un manojo de rosas, ojos
menudos miran desde el cristal.
Tiempos felices y amores no tantos, voy
por el aire entre acordes de mar.
Caricias creciendo, fallo bajo canasta y
siempre esta deuda cuelga de la pared.
En una esquina de los días que he
olvidado se cuela el agua y no puede volver.
Debo
y me deben más, buena gente al final.
Gracias,
no hay de qué, agradezco y agradecen también.
(Jesús Palomo/Alfonso Salazar)
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