Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLICO, 26 de mayo de 2011
Este artículo cuestiona la interpretación generalizada (incluida en amplios sectores de las izquierdas) que atribuye el desarrollo de las políticas públicas de clara orientación neoliberal en el Estado español a la presión de los mercados financieros. El artículo señala que tal presión condiciona pero no determina tales políticas, pues hay otras políticas alternativas que no se consideran como consecuencia del enorme poder que la burguesía financiera, industrial, y de servicios tienen sobre el Estado y sobre los mayores medios de información y persuasión.
Se está generalizando un entendimiento de la realidad que nos rodea que asume que los estados han perdido su capacidad de decisión, teniendo estos que actuar según los dictados de los mercados financieros. Esta percepción va acompañada de una narrativa en la que las categorías de poder como poder de clase y lucha de clase han quedado totalmente sustituidas por el “poder de los mercados que determina lo que ocurre en cada Estado”, incluido el español. Como escribía un articulista en uno de los rotativos de mayor difusión del país, “el capital ya no se personifica en la burguesía”. Según tal postura, esta burguesía ha sido substituida por unas élites financieras que no son propietarias de nada excepto de la capacidad de producir papeles que ni siquiera son dinero, pero de los que derivan montañas de dinero. Y que a pesar de haber causado la crisis continúan recibiendo ayudas públicas del Estado (pagadas por todos nosotros con los impuestos) que les permiten continuar con sus prácticas especulativas y no productivas que empeoran la situación. (SEGUIR LEYENDO)
Se está generalizando un entendimiento de la realidad que nos rodea que asume que los estados han perdido su capacidad de decisión, teniendo estos que actuar según los dictados de los mercados financieros. Esta percepción va acompañada de una narrativa en la que las categorías de poder como poder de clase y lucha de clase han quedado totalmente sustituidas por el “poder de los mercados que determina lo que ocurre en cada Estado”, incluido el español. Como escribía un articulista en uno de los rotativos de mayor difusión del país, “el capital ya no se personifica en la burguesía”. Según tal postura, esta burguesía ha sido substituida por unas élites financieras que no son propietarias de nada excepto de la capacidad de producir papeles que ni siquiera son dinero, pero de los que derivan montañas de dinero. Y que a pesar de haber causado la crisis continúan recibiendo ayudas públicas del Estado (pagadas por todos nosotros con los impuestos) que les permiten continuar con sus prácticas especulativas y no productivas que empeoran la situación. (SEGUIR LEYENDO)
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